Proyecto incluyó recomendaciones recibidas de audiencias públicas y abiertas: de la participación ciudadana se determinó que la iniciativa mejora la calidad de vida de los trabajadores y que su implementación debe ser de carácter gradual.
El año 2017 se presentó el proyecto de ley que “Modifica el Código del Trabajo con el objeto de reducir la jornada laboral” a 40 horas. Un proyecto emblemático y esperado por los trabajadores chilenos, cuya tramitación se encuentra detenida en la Comisión de Trabajo del Senado en su segundo trámite constitucional.
El Gobierno, que ha impulsado con especial fuerza la iniciativa, a través del ministerio del Trabajo, elaboró indicaciones para incorporar al proyecto y reactivarlo, lo cual fue anunciado hoy por el Presidente Gabriel Boric junto a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, la ministra vocera, Camila Vallejo y el titular de Segpres, Giorgio Jackson.
De esta forma, la Comisión de Trabajo del Senado, comenzará a discutir la iniciativa con suma urgencia, la cual necesita para su aprobación de quórum simple.
Las indicaciones se obtuvieron luego de 26 sesiones de audiencias públicas y abiertas a lo largo de Chile, en las que participaron más de 200 organizaciones representantes de la diversidad de actores del mundo del trabajo, las cuales fueron asesoradas técnicamente por importantes universidades, como la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica.
Los principales consensos de las audiencias fueron que reducir la jornada a 40 horas significa una mejoría en la calidad de vida de trabajadoras y trabajadores, quienes dispondrán de más tiempo para descanso, recreación, vida familiar y comunitaria. En segundo lugar, se determinó que se debe hacer una implementación gradual, sin distinciones por tamaño de empresa que puedan generar distorsiones en el mercado del trabajo.
Al respecto, el presidente Gabriel Boric, resaltó que el Proyecto 40 Horas, “nace el 2017 por una iniciativa de la ministra Vallejo, de la diputada Cariola, y de otros parlamentarios y parlamentarias, y que fue sumando apoyos paulatinamente. Hoy en día está un paso más cerca de hacerse realidad. Lo bonito es que a medida que ha ido avanzando, hay empresas que se han ido adelantando, y que han demostrado que muchas veces no se requiere una ley para avanzar en mejorar calidad de vida, si no también, la disposición y el diálogo social”.
Cabe destacar que según la OCDE, en Chile se trabaja 1.916 horas anuales, un 11,7% por sobre el promedio de los países del bloque, con datos a 2021. De hecho, el 70% de los países de la OCDE han establecido un límite de 40 horas semanales o menos.
INDICACIONES
Dentro de las indicaciones del proyecto presentado por el Gobierno, se considera extender los alcances de la reducción de jornada a la mayor parte de las categorías contenidas en el Código del Trabajo, no solo del artículo 22 del Código del Trabajo, lo que implica abordar las jornadas especiales, como es el caso de trabajadoras de casa particular o choferes y auxiliares de locomoción colectiva interurbana, entre otros.
Asimismo, se incorporan modificaciones a la regulación sobre exclusión de la limitación de jornada, jornada parcial y jornadas excepcionales. De esta forma, la disminución de jornada laboral extiende sus efectos directos a más de 4 millones de trabajadoras y trabajadores a lo largo de todo Chile.
En casos específicos, en los que por la naturaleza de las funciones no sea posible materializar una disminución efectiva de horas de la jornada laboral, el objetivo de mayor tiempo de descanso se alcanzará a través de otros mecanismos, como días libres o feriado adicional.
La reducción de la jornada debe implementarse con cuidado y responsabilidad sobre los efectos que pueda tener en la economía en su conjunto, protegiendo el empleo y las remuneraciones. Esto implica, por una parte, una aplicación gradual de la reducción de jornada, que permita a las empresas ajustar sus procesos productivos y absorber la reducción con el menor impacto posible. Habrá un acompañamiento especial a las micro y pequeñas empresas.
Además, la reducción de horas de trabajo debe ir acompañada de medidas de corresponsabilidad social, que enfrenten la desigual repartición de las tareas de cuidados y del trabajo no remunerado, el que recae principalmente en las mujeres: 91,6% de las mujeres lo hacen, frente a solo un 73,9% de los hombres. Para ello, se establecen algunas medidas que apuntan en esa línea.
Junto con todo lo anterior, se incorporan los avances tecnológicos en la regulación del registro de asistencia y control de jornada, dando cuenta que existen nuevos mecanismos de fiscalización sobre trabajadoras y trabajadores.
Por último, se propone una implementación escalonada de la reducción de jornada, sin distinción por tamaño de empresa, para reducir la jornada a 40 horas en un plazo de 5 años; a 44 el primer año, a 42 el tercer año y a 40 el quinto año.