Una centenaria casona de más de 1.000 M2 construídos, de hermosa arquitectura, amplios jardines y una ubicación privilegiada en la zona oriente de Longaví, tiene en alerta a los habitantes de la comuna. Esto porque durante los últimos años el icónico chalet de la familia Urrutia, una de las fundadoras de la comuna, se encuentra a la venta por parte de la Fundación Las Rosas.
“Este inmueble, luego del proceso de parcelación, pasó a manos de Bienes Nacionales y bajo administración municipal, por muchos años funcionó como escuela, posta, residencia de profesores, internado de alumnos, centro de actividades recreativas, entre otros. Todo esto hasta que Fundación Las Rosas propone la utilización de esta propiedad como hogar de ancianos, iniciativa que prospera y se instala el Hogar Maria Reina, albergando a adultos mayores con residencia permanente”, señaló el Concejal Robin Araya.
“Cuando operaba el hogar de ancianos todo funcionaba bien, no obstante, de un momento a otro, la Fundación decide cerrar el recinto y sin mediar conversación alguna, comienza con un rápido traslado de abuelitos y procede al cierre del recinto como tal, pese a que intentamos por todos los medios que reconsideraran esta determinación, toda vez que era de público conocimiento que este inmueble se les cedió de manera gratuita. Así las cosas, lo lógico era que una vez terminada la operación del hogar, el chalet volviera a manos del Estado, cuestión que no ocurrió (a mi juicio), debido por un garrafal error y displicencia política de las autoridades de la época.En síntesis, esto se interpretó como una donación a la Fundación. Así lo indica la escritura de traspaso del año 1998” – señaló Araya, férreo defensor del inmueble como espacio comunitario.
Pero esto no termina ahí: Fundación Las Rosas a solo semanas del cierre del Hogar de Ancianos, comienza la venta de este histórico inmueble y lo hace mediante una serie de corredores de propiedades.A Dios gracias no existió mayor interés de privados en la compra.
Por su parte, la Municipalidad de Longaví insiste en que se puedan generar mesas de trabajo para de una u otra forma, lograr el retorno del bien raíz, cuestión que aún no prospera ante la negativa de la Fundación vinculada a la Iglesia Católica. Al paso del tiempo, la Fundación prueba otra vía de liquidación; es mediante una licitación REMATE que está previsto para el día 25 de septiembre en Santiago.
Con este último antecedente, el concejal Araya hizo ver lo irrisorio de todo esto: “esto es derechamente una frescura y un abuso de confianza. Una leguleyada” Sentenció Araya.
“Me parece decepcionante que una institución religiosa, como lo es Fundación Las Rosas decida, primero cerrar el Hogar, segundo; no devolver el bien al Estado y, tercero; y lo mas grave e indignante, avanzar sin mediación alguna en su liquidación. Acá no existió siquiera un mínimo de sentido común, empatía ni respeto para con la comunidad de La Quinta, principalmente por lo que significa culturalmente este inmueble para muchos longavianos” – puntualizó Robin Araya.