Chile jugará este martes su primer partido en un Mundial femenino adulto ante un clásico del evento como Suecia, subcampeón en 2003 y tercero en 1991 y 2011, en Rennes.
El duelo, programado desde las 12:00 horas, es válido por la primera fecha del grupo F que completan Estados Unidos y Tailandia.
El país nórdico fue una potencia temprana en el fútbol femenino, pero en los últimos años sus resultados han sido más irregulares, decepcionando en el último Mundial, Canadá 2015, y en la Eurocopa de 2017, pero logrando la medalla de plata en los Juegos de Río 2016.
Unos logros que están muy lejos de las expectativas chilenas, en el Mundial gracias a un grupo de jugadoras que lucharon contra las adversidades y se plantaron hasta que la federación les ofreció unas condiciones dignas.
“Ha sido un trabajo muy largo, muy duro, en el que hemos pasado de todo,pero por suerte hoy las cosas han mejorado muchísimo. Recuerdo que cuando estábamos en sub20 o sub17 dormíamos en colchonetas. Hoy vamos a hoteles, donde descansa la gente que hace deporte de alto rendimiento”, recordó en la previa la delantera Yanara Aedo.
Debutante, Chile llega con una racha de nueve derrotas en los preparatorios hacia el Mundial. En algunas citas dio la cara, como en el reciente 2-0 ante Alemania, y en otras fueron destrozadas, como un 7-0 frente a Holanda en abril.