A pocos días de que el Arzobispado de Santiago entregara una millonaria indemnización a las tres víctimas de Fernando Karadima, el denunciante del sacerdote Tito Rivera exige el pago de 350 millones por el presunto abuso.
El abogado demandante, Alfredo Morgado, aseguró que su representado tiene “toda la disposición” para resolver este caso, “pero también tiene que existir buena voluntad” de parte de la Iglesia.
En ese sentido, el defensor fustigó que el Arzobispado haya calificado los presuntos delitos como “inaceptables” en un primer momento, pero al contestar la demanda “lo hace en forma dura e implacable, desconociendo todos los hechos”.
El próximo viernes 21 de junio es la fecha tentativa para la primera audiencia de conciliación entre ambas partes.