Hoy conversamos con Dante Torres, CEO de O3 Innovación, Marketing y Ventas, una de las agencias más reconocidas en la región del Maule y dueño de Holy Market, una cadena de minimarkets que ha crecido con fuerza en los últimos años.
- Dante, tienes una trayectoria que combina el mundo de la publicidad con el emprendimiento. ¿Cómo nació O3 y cómo ha evolucionado a lo largo de estos 15 años?
O3 nació de una necesidad que detecté hace más de 15 años, cuando las marcas locales en Talca carecían de una estrategia sólida para posicionarse en el mercado. Quería ofrecer algo diferente, donde la creatividad y el pensamiento estratégico se unieran para crear marcas poderosas. Desde entonces, hemos trabajado con más de 200 marcas, desarrollado más de 150 sitios web y lanzado más de 500 campañas publicitarias. Hemos crecido, pero nuestra esencia sigue siendo la misma: desafiar a nuestros clientes a alcanzar el éxito y ofrecer soluciones innovadoras a cada desafío que se nos presenta.
- ¿Cuál consideras que es el sello distintivo de O3?
Sin duda, nuestra creatividad y la forma en que abordamos cada proyecto. En O3, siempre tratamos de crear algo que marque la diferencia. Entendemos la comunicación como el centro de cualquier estructura empresarial, y el posicionamiento es clave para que una marca sea relevante y perdure en la mente del consumidor. A través de la publicidad digital, el branding, el diseño y la asesoría estratégica, siempre buscamos generar relaciones duraderas entre nuestros clientes y sus consumidores, creando un vínculo indestructible.
- Además de ser CEO de O3, también eres dueño de Holy Market, que ha tenido un crecimiento impresionante en los últimos años. Cuéntanos cómo surgió este emprendimiento.
Holy Market nació durante la pandemia, un momento complicado para todos. Mi hijo Dantito fue quien le puso el nombre, y el logo fue diseñado por nuestra agencia. Comenzamos con un pequeño local en Las Heras, en Talca, aprendiendo en el camino lo que significaba ser almacenero. Con el tiempo y mucho esfuerzo, logramos abrir cuatro minimarkets en distintos puntos de la ciudad. Lo que empezó como una semilla creció gracias a la perseverancia, el trabajo en equipo y las ganas de superar cada obstáculo.
- ¿Cómo ha sido para ti combinar el mundo de la publicidad con el de los minimarkets? Son dos áreas muy distintas.
Es cierto, son mundos distintos, pero a la vez comparten principios clave: la creatividad, la innovación y la estrategia. En O3, ayudamos a las marcas a encontrar su valor diferencial, y en Holy Market aplicamos esa misma lógica, pero desde el lado del consumidor. En ambos casos, se trata de crear experiencias y relaciones a largo plazo. Lo que más disfruto es ver cómo ambos proyectos han crecido y cómo, desde diferentes áreas, podemos seguir conectando con la gente.
- ¿Qué mensaje le darías a quienes buscan emprender en un momento tan cambiante como el actual?
Les diría que no tengan miedo de atreverse. Emprender no es fácil, pero el desafío es lo que hace que valga la pena. Disfruten cada paso, aprendan de los errores, y pongan el alma y el corazón en cada proyecto. En Holy Market y en O3, hemos pasado por momentos complicados, pero siempre con la convicción de que, con pasión y trabajo, se pueden lograr cosas extraordinarias.
